jueves, 14 de diciembre de 2006

Yo Confieso.

La conciencia retuerce mi corazón y es que cada vez lo tengo más claro, soy un ser mísero y deleznable. Después de haberlo visto en televisión, oirlo en radio y leerlo en prensa no me queda ninguna duda, soy un vil criminal. Un villano de los de peor calaña, de esos que sólo merecen cepo y grilletes y sino algo más. Y es que señores, yo confieso: cuando puedo... no me resisto... y... ¡Corro con el coche! Qué la DGT me perdone, pero así es.
No lo puedo evitar, me gusta conducir, disfruto haciéndolo. Para mí, uno de mis mayores placeres, es meterme en el coche en un día claro y soleado y devorar kilómetros mientras escucho alguna música de mi agrado. Pero no nos confundamos, eso no quiere decir que todo el rato vaya despendolado haciendo el gualdrapa sin seso ni conciencia. La carretera es la que tiene que marcar tu ritmo y si vas por una autovía, que es una gran recta, buen clima y poco tráfico... pues que quieres que te diga, ahí me gusta subir un poco las revoluciones del motor y oírlo zumbar al ritmo que le marca mi pié. En esas ocasiones, tengo que decirlo, supero un "poco" los límites permítidos (loada sea la santa benemérita, no me lo tenga en cuenta) y dejo que la adrenalina acelere un poco mis pulsaciones.
Dejen que en mi descargo diga, que me avalan varios cientos de miles de kilómetros recorridos con los más diversos vehículos y en muy variadas circunstancias, lo que me hace poseedor de cierta experiencia en estos lares. Y precisamente, es esta experiencia, la que me ha enseñado que hay ciertas normas de obligado cumplimiento que nunca deben ser quebrantadas. No son muchas, pero las debes seguir a rajatabla y convertirlas en tu santo sanctórum a la hora de coger un volante. Y como acto de penitencia y contrición, para redimir mi nefando crimen, me obligo a escribirlas en este post y dejarlas al alcance de todo aquel que quiera leerlas.
Son como siguen:
-Si le "pisas", hazlo con cabeza. No lo hagas si las circunstancias no lo permiten (parece perogrullo pero sé lo que me digo) No corras si llueve o la carretera es sinuosa, estrecha o no la conoces, si hay mucho tráfico o si pillas un tractor y no puedes pasar, pues te jodes y esperas... resumiendo, ¡USA EL SENTIDO COMUN!
-Las poblaciones son terreno sagrado, respeta escrupulosamente la velocidad en los tramos poblados, son cajas de sorpresas en las que nunca sabes lo que te puede salir.
-Nuestro coche no es el mejor del mundo aunque tú te creas que sí. Tiene sus límites y debes ir conociéndolos poco a poco.
-Las líneas continuas son FRAGILES. No pases sobre ellas nunca. De verdad os digo que en la mayoría de los casos, suelen estar por algo.
-Haz uso siempre de los intermitentes. Los intermitentes, son unas lucecitas que se encienden intermitentemente (de ahí su nombre) a izquierda o derecha del coche e indican a otros conductores la dirección que vas a tomar. Se activan con una palanquita situada a la izquierda del volante. Una vez que ha quedado claro que es lo que son y como funcionan... ¡POR FAVOR, USADLOS!
De este modo, espero quede cumplida mi auto-penitencia impuesta(prometo también castigarme un poco con el cilicio, pero eso luego, antes de acostarme) y por eso ruego a la santa benemérita de mi devoción, interceda por mí ante la magnánima y siempre piadosa DGT, para que tenga a bien conservarme los puntos por los siglos de los siglos.... AMEN.

2 comentarios:

  1. No incluyo, en el vademécum que tan bien ilustras y que me apunto para mí, tu mortificación final, pues quien más quien menos disfruta pisando sin atropello, con la cabeza en los pies, vaya.

    Yolijolie

    ResponderEliminar
  2. Hola Yolijolie:
    Me llena de casta santidad ver, que mi humilde penitencia, sirve para que pecadores como tú vean la luz... ;-)
    Bueno, en serio. Vi tu post vía meneame y que sepas que fuiste a mis Bookmarks de cabeza. Así que espero pueda seguir disfrutando con su lectura, me parece genial.
    Me alegro de conocerte. Nos leemos, vale?
    Un saludo.....
    Akiv.

    ResponderEliminar